El anodizado de titanio es un proceso electroquímico que se utiliza para modificar la superficie del titanio y mejorar sus propiedades. Este proceso implica la formación controlada de una capa de óxido en la superficie del titanio, conocida como película de óxido anódico. El anodizado se utiliza en diversas aplicaciones, incluyendo la fabricación de joyería, componentes médicos, partes de aeronaves y más. Aquí te explico en qué consiste el proceso:
-
Preparación de la Superficie: Antes de iniciar el proceso de anodizado, la superficie del titanio se debe limpiar minuciosamente para eliminar cualquier suciedad, grasa o contaminantes que puedan afectar la calidad del recubrimiento anódico.
-
Inmersión en un Electrolito: El titanio se sumerge en un electrolito, que es una solución química que contiene ácido sulfúrico u otros ácidos. Se utiliza un electrolito específico dependiendo de los resultados deseados y la aplicación.
-
Electrólisis: Se aplica un voltaje controlado entre el titanio (ánodo) y un cátodo. Esto provoca una reacción electroquímica en la superficie del titanio, donde los iones de oxígeno reaccionan con el titanio para formar una película de óxido de titanio en la superficie.
-
Formación de la Capa de Óxido: Durante el proceso de anodizado, se controlan cuidadosamente la temperatura, la corriente eléctrica y el tiempo para lograr la formación de una capa de óxido de titanio con un espesor específico. El espesor de la capa puede variar según los requisitos de la aplicación, pero generalmente se encuentra en el rango de micrómetros.
-
Coloración Opcional: En algunas aplicaciones, se puede lograr una variedad de colores en la capa de óxido anódico mediante el proceso de anodizado coloreado. Esto se logra controlando la cantidad de luz que interactúa con la capa de óxido y depende de la textura de la superficie y la longitud de onda de la luz.
-
Sellado: Después del anodizado, la película de óxido anódico puede ser sellada para mejorar aún más su resistencia a la corrosión y al desgaste. Esto se logra sumergiendo el titanio anodizado en agua caliente o en una solución química sellante.
El resultado es una superficie de titanio que puede tener propiedades mejoradas como mayor resistencia a la corrosión, resistencia al desgaste y una apariencia estética, dependiendo de los parámetros de anodizado utilizados. Esta capa de óxido anódico es duradera y adherente, lo que la hace ideal para una variedad de aplicaciones industriales y de diseño.